El último viral de las redes no tiene que ver con una ilusión óptica. No hay vestidos, ni audios que se escuchen diferente según la persona. No es un desafío, pero sí llama a la acción: se trata de un tweet de Aaryn Whitley, una chica de Florida, que le dice a las mujeres que se miren las muñecas.
Chicas fíjense en su muñeca si también tienen ese lunar! No importa el tamaño, el color, si está un poquito más arriba o un poquito más abajo, lo asombroso es que miles y miles de mujeres de todo el mundo sí lo tienen.
“Señoritas…¿tienen un lunar en el medio de la muñeca o es solo un mito?”, dice el tweet acompañado de cuatro fotos de cuatro cuerpos muy diferentes pero con esta peca llamativa. En una semana, obtuvo más de 60 mil Me Gusta y 23 mil retweets, pero lo más importante fueron las respuestas: 12 mil chicas contestaron con fotos de sus pecas, muy sorprendidas.
Es tan cierto que esta teoría no tiene ningún sustento médico, y que más de un varón puede tener esta marquita, pero sirvió para reunir personas de todo el mundo alrededor de un detalle que pasa desapercibido. “Pensé ‘no, yo no tengo’ hasta que me la encontré en la muñeca izquierda”, respondió una entre risas.
Una de las chicas y usuaria, se sumó para explicar el fenómeno y apagar el mito: “las pecas se hacen más visibles con la exposición al sol, y esta es una parte del cuerpo que está más expuesta que otras. Además, las que comentan son solo las que tienen el lunar, las que no lo tienen solo miran el posteo y se van. Por eso se promueve más la idea de las que tienen pecas que la de las que no”.
¿Por qué pasa esto?
Todas las mujeres que le respondieron eran de diferentes partes del mundo y entre el asombro y las burlas de muchos, nadie se explica por qué lo tienen.
El asunto fue tan viral que la Revista Time intentó explicar este fenómeno.
Según la publicación estadounidense, los lunares son pequeñas manchas pigmentadas que a menudo se vuelven más oscuras cuando su piel está expuesta al sol.
Por lo que estos avistamientos de pecas podrían ser simplemente evidencia del hecho de que su muñeca es un área del cuerpo que frecuentemente ve la luz del sol.