Científicos encontraron que los niños cuyas madres comían tres porciones de 30 gramos de nueces por semana en el primer trimestre de su embarazo obtuvieron mejores resultados en la función cognitiva, la capacidad de atención y las pruebas de memoria.
los frutos secos proporcionaron altos niveles de ácido fólico y, en particular, ácidos grasos esenciales como el omega-3 y el omega-6″, explicó Florence Gignac, quien diri comerlos desde el principio del embarazo.
Comerlos desde el principio del embarazo es clave pues no se encontraron efectos similares para los niños que consumieron nueces en el último trimestre.
Motivamos a las madres a integrar más raciones de frutos secos en su dieta durante el embarazo”, dijo Gignac. “Sin embargo, cualquier gestión de la dieta, especialmente en mujeres embarazadas, debe consultarse con un nutricionista”.
Las nueces y las almendras podrían ser los más beneficiosos este sentido, ya que contienen más ácidos grasos esenciales que otros.
Los hijos de mujeres que se alimentaron con mayor cantidad de frutos secos durante el primer trimestre del embarazo logran tener un mejor desarrollo neuropsicológico y mejores capacidades cognitivas como mínimo hasta los 8 años de edad.
Esta es la principal conclusión de un estudio del Instituto de Salut Global de Barcelona publicado en la revista European Journal of Epidemiology.
Fueron 2.200 mujeres embarazadas, y más tarde sus hijos los que participaron de las observaciones realizadas por los investigadores a cargo. Durante el embarazo, las mamás fueron detallando su dieta a través de cuestionarios.
Luego, los hijos completaron una serie de test que miden la función cognitiva, la capacidad de atención y la memoria al año y medio, a los cinco y a los ocho años de edad.
Fuente: nueva mujer, soy carmín.