después de intentar durante 4 meses consecutivos diferentes tratamientos para la fertilidad, nada funcionó.
Decidieron tomar un descanso de 5 meses antes de volver a intentarlo y en octubre de 2016 volvieron a cobrar.
Sin embargo, esta vez hicieron algo que cambiaría todo: agregaron inyecciones hormonales al tratamiento.

Después de tanto tiempo tendrían a su anhelado pequeño, que tan difícil había sido de obtener.
La alegria en todo caso, fue cambiada por un sentimiento muy distinto cuando, en la ecografía de las 8 semanas de gestación, el médico les dio la noticia.
“Casi nos desmayamos”, cuenta Jordan. Y no es para menos, ya que al mirar la pantalla… ¡había cinco fetos! No uno, sino cinco eran los bebés que Briana estaba esperando.

Durante las primeras semanas, Briana fue diagnosticada con hiperemesis gravídica.
Básicamente, todo la hizo vomitar y enfermarse para poder comer solo cereales fríos y plátanos.
Estaba tan deshidratada debido a estos problemas que tuvo que ser hospitalizada. También había perdido 4.5 libras.
“Estaba tan sorprendido que no podía hablar. Me quedé sentado mirando la pantalla con incredulidad. No podía creer que hubiera cinco bolsas amnióticas, dice.
Aunque sabían que había un riesgo de tener embarazos múltiples, la probabilidad de tener trillizos o un número mayor era inferior al 5%. De hecho, los quintillizos ocurren solo una vez en 50 millones de casos.
El 2 de mayo de 2017, nacieron Zoey, Dakota, Hollyn, Asher y Gavin; 3 niñas y 2 niños.
Los 5 bebés nacieron prematuros pero saludables en solo 4 minutos y gracias a una cesárea.
Como Briana estaba muy débil y corría el riesgo de aumentar su presión arterial, no podía ver a sus hijos hasta el día siguiente
“Cuando finalmente los vi, lloré tanto que no podía respirar. Todavía no puedo creer que finalmente soy madre.
Los quintillizos pasaron a cuidados intensivos para desarrollarse durante un corto período de tiempo. ¡Cada vez van ganando más peso y haciéndose más fuertes! Su salud está impecable y parece que no habrá complicaciones en el futuro, excepto, claro, una: los Driskell necesitan con urgencia más espacio en su casa.